Hoy te traigo el resumen de "Hábitos Atómicos"
He cogido con fuerza la lectura y quiero que te aproveches de lo que estoy aprendiendo.
Hola! 👋
¿Qué tal estás?
Espero que, como dice el charcutero del mercado de mi barrio siempre que le pregunto, “entre fenomenal y gloria bendita”. 😊
Como siempre que puedo, te dejo esta carta en audio, por si prefieres escucharla:
Aunque voy a dejar programada esta carta para que te llegue un poco más adelante y no mandarte dos resúmenes de libros tan seguidos, estoy muy contento porque este es el segundo libro que me leo desde que empezó el año y todavía no ha acabado Enero.🔥
(Te recuerdo la carta en la que te mandé el resumen de “El vendedor Desafiante” por si se quedó en el buzón)
Ojo, que esto no es una carrera contra nadie.
Poca cosa me puede dar más pereza que el tweet de rigor de los 700 libros que se ha leído Pepito. Pero es que estoy haciendo un gran esfuerzo por desconectar del móvil y de la pantalla, y la lectura y el deporte me están ayudando mucho.
Honestamente, no sé si me durará dos días o dos semanas pero mientras, espero que disfrutes de mi recién estrenado hábito temporal y que te vengan bien estos ejercicios de compartir contigo lo que he ido extrayendo de estas lecturas.
Vamos a por ello :)
El libro se titula “Hábitos Atómicos. Cambios pequeños, resultados extraordinarios”.
Te diré que debo ser la última persona de TODO LinkedIn que no se lo ha leído, y ese, en sí mismo, ha sido el motivo. Me da, en general, extrema pereza leerme algo que todo el mundo recomienda…. cosas de tipo raro.😅
Pues, primer ZASCA. El libro está muy chulo.
Al menos, a mi me lo ha parecido porque contiene muchos accionables que puedes poner en marcha y que realmente pueden jugar un gran papel a la hora de crear y consolidar nuevos comportamientos.
Una de las ideas que hay por debajo de la lectura es que, entrenar tus hábitos es también simplificar algunas tareas fundamentales y que, hacerlo, nos devuelve una gran cantidad de espacio que podemos dedicar a la creatividad y el pensamiento libre igual que un jugador de baloncesto o un boxeador perfecciona sus movimientos a base de repetición para luego dedicar su cerebro a pensar, y no a dirigir sus manos para lanzar un balón o un puñetazo.
En el comienzo, algunas afirmaciones ya te ponen en vereda:
“Tus resultados son indicadores reactivos de tus hábitos”.
Grandes hitos suelen ser, en realidad, resultado de acumulación de muchas pequeñas cosas.
Fijarte en lo que quieres conseguir (meta) es menos efectivo que dedicarte a crear buenos sistemas que te permitan alcanzar estas metas. Sobre este punto, una frase que duele:
“Los ganadores y los perdedores tienen las mismas metas”
El cambio de conducta
Cuando se habla de cambio de conducta, James Clear, el autor, nos habla de tres capas. Resultados (lo que consigues), Procesos (lo que haces) e Identidad (lo que crees).
Esta parte de la identidad se aborda en varios momentos y acaba diciendo algo muy parecido a que cuanto más te aferras a una identidad, más frágil te vuelves porque te resulta más difícil cuestionarte las cosas y, por lo tanto, cambiar.
Sobre esta identidad, los hábitos resultan ser la forma en que la materializamos por lo que, definir o repensar quién quieres ser, puede ayudarte a plantear qué hábitos te convertirán en quien quieres ser.
(Muchas frases para enmarcar en este libro al que se nota que le ha puesto mimo)
Nuestro cerebro
Dedica un capítulo completo a contarnos cómo funciona nuestro cerebro frente a los hábitos y el resumen es que somos vagos.
O, mejor dicho, que nuestro cerebro es vago y en algunos aspectos es más primitivo de lo que creemos. Así, encontramos señales que propician acciones, igual que los animales actúan de forma concreta e irracional a te determinados estímulos.
El esquema de cómo funcionamos por dentro es el siguiente, y conocerlo es útil para poder hacer cosas que nos ayuden a construir cambios en nuestra conducta:
Señal - Anhelo - Respuesta - Recompensa.
La señal es algo pequeño, un pedazo de información, que ya nos hace anticipar la recompensa. El anhelo es el deseo, la fuerza que motiva al movimiento y, por tanto, detrás de los hábitos. La respuesta es lo que haces al respecto, sea un pensamiento o una acción y, la recompensa es la meta final, lo que consigues o anhelas conseguir.
Con esta base, tenemos los ingredientes principales de todo lo que viene después que es lo que me parece útil y accionable.
Leyes del cambio de conducta
Aquí llegan las leyes de cambio de conducta: son 4 y sirven para crear nuevos hábitos y también para eliminar los que queremos desterrar.
Estas leyes, lo que vienen a decir es que podemos hacer cosas muy sencillas y ponernos fácil el camino de los hábitos y esto nos va a impulsar en el cambio para crearlos o destruirlos. Es más potente de lo que parece. 👀
Este es el detalle:
Ley 1 - Hacerlo obvio → aplica sobre la señal. Para aplicarlo, conviene primero ser conscientes al detalle nuestros hábitos actuales para hacernos conscientes. Incluso apuntarlos. Dicho esto:
Cambiando nuestro ambiente y contexto, podemos disparar casi inconscientemente un comportamiento. Por ejemplo, dejar en mi mesilla un libro que me apetece en lugar del móvil, me pone tan fácil leer antes de dormir que no se me ha escapado leer al menos 10 minutos al día. Dejarme preparada el día anterior la esterilla de camino a la cocina, me está ayudando a hacer ejercicio cuando me levanto.
Un buen habito puede ser disparador de otro hábito, puedes usarlo deliberadamente como señal para encadenar uno con otro.
Ley 2 - Hacerlo atractivo → aplica sobre el anhelo. Esta frase citada de Stephan Guyenet — “nos hemos vuelto muy buenos para explotar nuestras debilidades” — nos habla de lo hábiles que nos hemos vuelto haciendo que nuevas versiones de cosas resulten más atractivas que en su forma natural. Un ejemplo son los dulces industriales cuya concentración de sabor y azúcar nos explota sensorialmente o la edición de imagen que transforma y maquilla la realidad para los anuncios. Ojo, nuestro cerebro y hábitos vienen impulsados por la dopamina, una sustancia que se libera cuando experimentas placer y también cuando lo anticipas. En este punto, algunas ideas interesantes.
Hacer atractivo un hábito, nos ayuda a que consigamos ponerlo en marcha.
El grupo (personas cercanas, grupos mayoritarios o tipos de personas que envidiamos) impulsa nuestras acciones y hábitos.
Una tribu con la que tengas cosas en común en un ambiente donde tu conducta deseada sea el estándar es muy eficaz a la hora de ayudarte a alcanzar tus metas.
Puedes invertir esta ley para hacer poco atractivos los hábitos que quieres desterrar.
Ley 3 - Hacerlo fácil → aplica sobre la respuesta. Seguro te ha pasado: nos centramos tanto en descubrir la mejor forma de hacer algo, que nunca nos ponemos manos a la obra (no puedo evitar recordar a mis amigos Danny y Álex diciéndome “falla rápido”😊).
Siendo que los hábitos se construyen sobre la frecuencia con la que se practican, no importa si lo que haces es pequeño o imperfecto. Lo importante es que lo hagas muchas veces.
Las decisiones (incluso las automáticas) que tomamos, delimitan o dibujan nuestras posibilidades. Queremos hábitos naturales que nos lleven a ser mejor versión.
Puedes simplificar cada hábito buscando empezar por la Acción Mínima Necesaria para confirmar el tipo de persona que quieres ser.
Dificulta tus malos hábitos. Por ejemplo, si quieres dejar de ver la tele, cuando la apagues lleva lejos el mando y desenchúfala. Al día siguiente te costará más encenderla: hazlo difícil.
Ley 4 - Hacerlo satisfactorio → aplica sobre la recompensa. Y es que es más fácil que repitamos algo si nos provoca placer. No se podía saber. 🤣
El cerebro pilla la dinámica y aprende que esta conducta vale la pena. Lo malo es que en muchos hábitos la recompensa llega mucho tiempo después.
La idea es que podemos reforzar esta recompensa durante el camino. Ejemplo, no te bebes ese cubata hoy con limaduras de mango y lima, cardamomo y vaso de cristal fino y metes los 20€ que te iban a cobrar en una hucha que se llame “viaje a Bali”. Así, transformas el privarte de algo en una ganancia clave que tiene un objetivo.
A medida que pasa el tiempo, la misma identidad se convierte en el refuerzo.
Si de repente, la dinámica se rompe.
Típico que ya ves que lo tienes controlado y te relajas y ese día no vas al gimnasio, no haces la cama,… o lo que sea. La idea es que si un hábito se interrumpe esperes lo menos posible por volver a subirte al carro.
Cuanto antes reanudes la marcha, mejor pues, “los días perdidos te dañan más que los exitosos te ayudan”. Pero eso nos da otro punto de vista y es que, los días malos, los malos entrenos… son los verdaderamente importantes aunque no llegues al máximo. Solo hacerlo, refuerza identidad y el valor compuesto de construir hábitos.
El colega James, habla mucho de registrar los hábitos y deja una cita de Charles Goodhart que me parece clave llevarse a cualquier compañía o equipo:
“Cuando una medida se convierte en el objetivo deja de ser una buena medida”
Otros puntos clave para crear y mantener hábitos
Algunos de ellos son:
Contar con un co-responsable → Como cuando contraté un nutricionista y al final el sueldo se lo estaba ganando más por hacerme seguimiento que por el resto que, poco a poco, ya había aprendido.
Elegir el campo adecuado → No es solo un tema de entrenar, también de elegir bien el juego. Ambas, combinadas, te llevan muuuyyyy lejos. Ojo: no se trata de que ames una tarea específica, sino de valorar si eres capaz de manejar el dolor que te produce con menos esfuerzo que otros.
Regla de Ricitos de Oro → La gente estamos más motivada cuando la tarea está al limite de nuestras capacidades. Podemos con ella, pero es retadora. Aquí es donde se supone que alcanzamos ese estado de “fluidez” o de flow.
Reflexiona → Construir hábitos significa también automatizar ciertas cosas, conviene por ello revisar tus hábitos para hacer los ajustes que te llevan a la maestría.
Y, hasta aquí, que el libro trae una enorme cantidad de notas y algunas reflexiones extra, pero con esto creo que dejo la mayoría de los puntos clave del libro.
Es fácil de leer, me ha resultado entretenido, y me llevo ideas aplicables a mi vida y también a Bisiesto: si quiero conseguir que alguien haga algo — sea yo, o no — debo ponérselo fácil.
Idea sencilla y potente.
Espero que te resulte útil y te recomiendo que lo pilles. Puede ser uno de los libros que me he leído últimamente que tiene un mayor contenido en frases que dicen mucho en pocas palabras.
¿Qué te ha parecido? Nos vemos en la próxima carta!
Un abrazo enorme y a cuidarse 😊
PD. Si te ha gustado, compartiendo me ayudas una barbaridad a llegar a más gente 🤞
Más cositas :)
En 366º, el Podcast de bisiesto la semana pasada charlo con Mónica Millán, CEO de FreelyFy, una plataforma de alquiler para media y larga estancia.
En Escalando Agencias, hablamos con Cris Carrascosa, CEO de ATH 21, un despacho boutique que despunta en crypto. Estuvo tan interesante que no me dio tiempo a hacer mi habitual resumen en vivo, así que lo tuve que lanzar en una newsletter unos días después 😅
Después de terminar el bootcamp Hack Your Scale de Team Hackers que lidera Felipe Polo y salir habiendo reforzado mentalidad, objetivos y con muchas herramientas, mi equipo de liderazgo se ha sumergido en una formación para managers que promete. Os iré contando.
Si quieres que estemos más cerca, puedes seguirme en Twitter o LinkedIn. Tener una buena cadencia en TikTok es tarea pendiente, pero lo iré consiguiendo 🤞
Miguel, yo sigo siendo la resistencia de LinkedIn y todavía no me he leído este libro, aunque después de este post, acaba de subir posiciones en lista de deseados.
Gracias, excelente resumen